Tras las declaraciones del presidente Gustavo Petro y su ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, en las que pusieron en duda el futuro del Soat, el camino parece despejarse para este seguro obligatorio.
Durante los últimos diez años, según Fasecolda, el Soat ha brindado cobertura a unas seis millones de víctimas de accidentes de tránsito por un valor cercano de 13,8 billones de pesos; y contribuido al sistema de salud con un recaudo de más de dos billones anuales.
Estas son las principales razones por las cuales el director de la Adres, Félix León Martínez, dijo en entrevista con EL TIEMPO, que el Soat no se puede acabar de un momento para otro, pero admitió que por la corrupción que permeó al sistema, sí es necesario reformarlo.
En ese sentido, el funcionario dijo que en diciembre se harán ajustes y se regularán algunos servicios de salud que son el foco de corrupción en el Soat: las tarifas de los servicios de ambulancias y radiología, el costo del material de osteosíntesis; y que se reformará el manual tarifario de la póliza.
Estas soluciones están en línea con lo que ha venido proponiendo la Federación de Aseguradores Colombianos, Fasecolda, con lo cual, de cumplirse, allanarían el camino para solucionar la crisis del Soat.
Ese gremio había advertido que la sostenibilidad financiera del Soat y su cobertura están en riesgo por problemas estructurales que han ido aumentando en los últimos años, entre estos, la accidentalidad vial, el fraude, que genera sobrecostos o cobros irregulares a las aseguradoras por parte de algunas instituciones prestadoras de servicios de salud (IPS); y la evasión.
Para contrarrestar esta situación, el gremio asegurador le ha presentado al Gobierno varias propuestas para mitigar los problemas del Soat y hacer que este sea sostenible. Entre las soluciones están la creación de redes de atención específicas, tarifas diferenciales para gastos de transporte, control a los usos de la póliza durante su vigencia y revocación en caso de fraude.
La normatividad existente permite que el Soat atienda de forma inmediata a los usuarios sin autorizaciones, copagos ni redes de atención específicas, y además, regula los pagos y montos a reconocer a través del seguro, pero en Fasecolda sostienen que hay un vacío legal y riesgos que terminan en el uso indebido del seguro.
Entre estos riesgos y usos indebidos están los casos en los que se realizan cobros por lesiones que no fueron causadas por un accidente de tránsito, o se cobra varias veces la misma atención médica por siniestro; además, se pueden cobrar procedimientos y dispositivos médicos a precios superiores a los cobrados a otros pagadores del sistema de salud.
La alta siniestralidad de los motociclistas y los falsos accidentes ponen en riesgo la viabilidad del Soat.
También, afirma Fasecolda, “se ha detectado que una póliza es utilizada para cubrir múltiples siniestros, incluso si el vehículo asegurado no estuvo involucrado. Además, el manual tarifario necesita ajustes pues no hay una codificación única que abarque todos los procedimientos disponibles en el país.
“Esta falta de actualización ha permitido que algunos prestadores de servicios de salud cobren tarifas arbitrarias y se presente una alta dispersión de precios entre los diferentes pagadores, en detrimento de los recursos del sistema”, explica Fasecolda.
Para el gremio, es hora de eliminar el manual tarifario y permitir que las compañías de seguros del Soat hagan contratos y establezcan una red de atención específica, esto, dice, “permitiría negociaciones sobre las tarifas a reconocer a los prestadores de servicios de salud por los procedimientos, medicamentos, dispositivos e insumos utilizados en la atención de los pacientes”.
Un problema recurrente es el de los cobros indebidos y el sobrecosto por el uso de material de osteosíntesis, debido a la falta de estandarización semántica, codificación y referencia de precios para los dispositivos médicos.
Para un cobro adecuado de estos insumos se propone exigir que, además de la factura electrónica, se presente el código de registro sanitario expedido por el Invima para el material de osteosíntesis en las reclamaciones de pago.
Los gastos de transporte de las víctimas en las ambulancias son otro dolor de cabeza. Ahí, dice Fasecolda, existe un vacío normativo, “puesto que no se considera si el vehículo utilizado es medicalizado, si se recorre una larga distancia o si se encuentra coordinado con el Centro Regulador de Urgencias y Emergencias.
Como solución se plantea pasar de una tarifa fija a una máxima de 8,77 Unidades de Valor Tributario, UVT, en la que las aseguradoras y los prestadores de servicios de salud determinen el reconocimiento de la indemnización por gastos de transporte, teniendo en cuenta las características del vehículo, la distancia y el tipo de recorrido.
Por último, las aseguradoras han pedido ajustes normativos que permitan la revocación de las pólizas en casos de retracto o cuando se detecten medios fraudulentos de pago, y limitar la utilización indefinida de una póliza del Soat a un solo accidente de tránsito durante su vigencia. En la actualidad puede usarse varias veces, por diferentes siniestros (se han encontrado casos en los que se registran más de 20 usos en el año).
Con estas soluciones planteadas y los respectivos ajustes normativos afirma el gremio asegurador, se mejoraría la eficiencia, la transparencia y la sostenibilidad del Soat, y se contribuiría a enfrentar los desafíos estructurales que enfrenta garantizando su viabilidad financiera.

El Soat ha brindado cobertura a unas seis millones de víctimas de accidentes de tránsito en los últimos diez años.