El comienzo de la campaña 2023/2024 de los viajes del Imserso no tendrá lugar, con casi total seguridad, en el mes de octubre tras la decisión tomada por el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (Tacrc) de mantener la suspensión de los tres lotes del Imserso por los recursos presentados por Soltour, Nautalia y Mundiplan. En el acta publicada en la Plataforma de Contratación del Estado, el organismo de Hacienda justifica que «el análisis de los motivos que fundamentan la interposición de los citados recursos pone de manifiesto que los perjuicios que podrían derivarse del levantamiento de la suspensión son de difícil o imposible reparación, por lo que procede acordar el mantenimiento de la suspensión».
La resolución del Tacrc supone un varapalo para la adjudicataria de los tres lotes, Ávoris, y también para el sector turístico en su conjunto, que tiene en el programa de Turismo Social su principal fuente de ingresos durante la temporada baja. Ahora, ambos tendrán que esperar a que el organismo fiscalizador emita un fallo, lo que puede retrasar la puesta en marcha de los viajes para mayores hasta el mes de diciembre.
Las empresas en discordia presentaron los recursos contra la licitación en el último día de plazo para hacerlo, el pasado 25 de agosto. Lo hicieron tras considerar que la valoración de las ofertas no estaba ajustada a las condiciones de los pliegos de contratación. Especialmente crítica se mostró Soltour, quien además lamentó que la Mesa de Adjudicación aceptó su alegato remitido en julio el mismo día que adjudicó definitivamente la licitación a Ávoris y por tanto «no tuvimos opción a responder».
No es la primera vez que los recursos al concurso del programa de Turismo Social, dependiente del Ministerio de Derechos Sociales, retrasan su puesta en marcha. Ocurrió en 2021 y también en 2015. Años que siguen en la memoria del sector turístico y cuyos fantasmas vuelven a aparecerse. Hace dos semanas, los hoteleros de Benidorm y de la Comunidad Valenciana avisaron de que las demoras en la puesta en marcha del programa traerían consecuencias económicas. Hablaron de Expedientes de Regulación de Empleo y de cierres anticipados de hoteles.
El año pasado los viajeros sénior dejaron alrededor de 77 millones de euros en la región levantina, la que más plazas abarca, unas 150.000. Según la patronal Hosbec, el programa es además fundamental para el mantenimiento de 3.000 empleos directos y 10.000 indirectos. Para el conjunto del país son 900.000 plazas las que están en juego.