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las claves detrás de las cifras

La pequeña ciudad fronteriza de Eagle Pass en Texas se declaró en estado de emergencia mientras decenas de miles de migrantes cruzan la frontera. Al mismo tiempo el gobierno de Joe Biden otorga protección a casi medio millón de venezolanos en EE.UU., dándoles la posibilidad de trabajar.

Esto ocurre después de que algunos alcaldes y gobernadores demócratas advirtieran que la creciente cantidad de migrantes bajo su cuidado está trastornando sus presupuestos.

Los diversos escenarios que se desarrollan en todo el país dan una imagen de un sistema de migración que se encuentra al límite y cuyo impacto va mucho más allá de la frontera con México. Esta semana la Casa Blanca anunció medidas destinadas a mitigar los problemas.

Estados Unidos ya ha tenido aumentos repentinos en la inmigración, ¿qué es diferente ahora y por qué?

Parte del problema es que esta llegando mucha más gente. El número se redujo al comenzar el verano en el hemisferio norte luego del final de una norma migratoria relacionada con el Covid y entraron en vigor medidas más estrictas. Pero las cifras están incrementándose de nuevo.

Migrantes recién llegados a Texas, ante las autoridades migratorias en la localidad de Eagle Pass. Foto: AP

Este miércoles, la ciudad de Eagle Pass anunció el estado de emergencia luego de que en dos días casi 6.000 migrantes cruzaron el río Bravo desde México en dirección a la urbe de unos 28.000 habitantes. En el año fiscal 2022, la Patrulla Fronteriza se topó con 2,2 millones de personas que cruzaron la frontera ilegalmente.

Cifras elocuentes

Es necesario retroceder décadas para encontrar cifras comparables. De 1990 a 2006, los encuentros de migrantes con la Patrulla Fronteriza casi siempre superaron un millón al año, con un máximo de 1,6 millones en 2000.

Después las cifras comenzaron a disminuir. De 2010 a 2020, la agencia registró menos de medio millón de encuentros anuales, excepto en 2019, cuando aumentaron a 859.501.

Desde luego que las estadísticas no siempre representan una medición perfecta. Las cifras de las décadas de 1990 y 2000 se consideran sumamente subestimadas porque a menudo los migrantes evadían a las autoridades cuando ingresaban a EE.UU. En la actualidad, con frecuencia los migrantes se entregan para poder solicitar asilo.

La cifra de migrantes que intentan entrar a Estados Unidos volvió a crecer en las últimas semanas. Foto: AP  La cifra de migrantes que intentan entrar a Estados Unidos volvió a crecer en las últimas semanas. Foto: AP

En los últimos años, las medidas utilizadas para contener la pandemia sesgaron el recuento. En gran medida, el gobierno se apoyó en una herramienta de salud pública llamada Título 42 para expulsar rápidamente del país a los migrantes. Pero no había ninguna sanción, por lo que según los expertos los migrantes regresaron una y otra vez, lo cual elevó las estadísticas.

El gobierno de Biden anunció que otorgaría Estatus de Protección Temporal a aproximadamente 472.000 venezolanos que llegaron al país hasta el 31 de julio. Eso les facilita trabajar aquí. Los venezolanos constituyen una proporción tan grande de los migrantes que arriban al país que modificar su estatus tiene un efecto enorme. En la ciudad de Nueva York, alrededor del 40% de los aproximadamente 60.000 solicitantes de asilo —cuyo alojamiento es financiado por la ciudad— son de Venezuela.

Julia Gelatt, del Instituto de Política Migratoria señala otro ángulo. Sostiene que a finales de los 90 y los primeros años del 2000 había más adultos solteros que venían a EE.UU.

Ahora cada vez llegan más familias con niños pequeños, y tienen necesidades distintas. Un adulto solo puede ser acomodado, pero una familia busca servicios gubernamentales para proteger a sus hijos que además necesitan ir a la escuela.

By Samuel D. Herrera

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