Faltan apenas dos semanas para que los argentinos se acerquen a las urnas a elegir su nuevo presidente. En el último tramo de la campaña electoral, en la noche de este domingo tuvo lugar el primer debate televisivo entre los cinco principales candidatos a la Casa Rosada, Argentina. A lo largo de dos horas, se intercambiaron acusaciones, críticas y apenas alguna que otra propuesta.
Pasadas las 21 horas, los argentinos esperaban con ansias la llegada del debate que les ayude a terminar a definir el voto que emitirán el próximo domingo 22 de octubre. En esta instancia se enfrentaron el candidato oficialista, el ministro de Economía Sergio Massa, la ex ministra de Seguridad Patricia Bullrich, el candidato del partido La Libertad Avanza, Javier Milei, el gobernador de la provincia de Córdoba, Juan Schiaretti y la candidata de izquierda Miriam Bregman.
El debate estuvo organizado en tres bloques que trataron distintos ejes: economía, educación y recursos humanos (este último, elegido por los espectadores). La primera parte del debate se centró, entre otras cuestiones, en críticas a Massa por su gestión como actual ministro de Economía en un país con una pobreza del 40% y una inflación anual superior al 120 por ciento.
En el bloque económico, tanto Massa como Bullrich –quien asistió a la cita con un atuendo albiceleste como la bandera argentina- dedicaron parte de sus intervenciones a cuestionar algunas de las propuestas del candidato Milei, quien en los últimos días estuvo «guardado» de los medios, generando incluso algunas dudas en la prensa acerca de su estado de salud. En este sentido, la ex ministra de Seguridad criticó la idea del economista de «dinamitar» el Banco Central y agregó que «los únicos países del mundo que no tienen Banco Central son paraísos fiscales». Además, sostuvo que apenas «dos países tienen una política bimonetaria, como la que propone Milei: Cuba y Venezuela».
Acusaciones
Una de las declaraciones que más destacó la prensa argentina fue la que realizó Miriam Bregman, quien acusó a Milei de ser un «gatito mimoso del poder económico». El candidato de Libertad Avanza sonreía con cierta ironía frente a algunas de las preguntas que recibía de sus competidores, algo que se pudo ver gracias a que por momentos se utilizaba doble pantalla en la transmisión.
En medio de las críticas a su gestión, Massa aprovechó la ocasión para hacer algún que otro anuncio como el de la creación de una moneda digital argentina –que existe, según dijo, en más de 100 países- y prometió que, de ser presidente, va a enviar «a la cárcel a los evasores fiscales». Por su parte, Schiaretti acusó tanto a Massa como al expresidente Mauricio Macri –de cuyo gobierno formo parte Patricia Bullrich- de «haber subido la pobreza».
En este sentido, Massa hizo una especie de mea culpa y se atrevió a perdir perdón: «Tengo claro que la inflación es un enorme problema y que los errores del gobierno lastimaron a la gente y por ellos pido disculpas».
Una de las grandes sorpresas del debate fue que Milei evitó referirse a su proyecto de dolarización, muy cuestionado por sus adversarios durante la noche del domingo y una de sus principales promesas de campaña. En un momento del debate, el candidato de Libertad Avanza aseguró que Massa no va a llegar a la presidencia y este le pidió que «tenga humildad».
Si bien el debate se desarrolló en un clima de calma y casi sin gritos, algunas de las reglas del mismo no estaban muy claras para los candidatos, como las limitadas posibilidades de «réplica» que se podían utilizar. El debate acabó minutos antes de las 23 horas locales y, si bien quedaron claras las posturas de los cinco principales candidatos a la presidencia, escasearon las propuestas concretas en la mayoría de los casos.