A Adriá la llaman ‘rara’, pero él no entiende por qué. Argumenta que hay muchas personas muy raras consideradas dentro de la normalidad. Este barcellonés de 29 años se presentó en ‘First Dates’ la noche del 17 de julio buscando una chica valiente, optimista, divertida que deje ser él mismo. Consigo llevó la misma pancarta que desde sei años loca en el centro de la Ciudad Condal cada fin de semana. Con el rótulo ‘conversaciones libres’, Adriá presta su oído a los desconocidos para que los necesitados desahoguen con él.
En el ‘beach club’ veraniego del programa de citas de Cuatro se reunió un Virginia (26), un profesor de danza que cumple todos los requisitos del prototipo ideal de catalán. Incluso físicamente. De primeros, los dos se llamaron la atención mutua. A Adriá su cita la parecía «super guay y muy atractiva», mientras explicaba que si lo hubiera conocido fuera de ‘Primeras citas‘, habría despertado su curiosidad.
La conexión de dos personas poco comunes.
Después fueron a conocerse mejor a una cena donde no dejaron de charlar animadamente y conocerse mejor. Parecen estar en la misma ola, la de dos personas de mente abierta capaces de hablar de todo sin demasiados tabúes. Tanto es así que en un momento dado, Adrianoahondó en el tema de los horóscopos y dijo que ha decidido cambiar las celebraciones de su cumpleaños. A partir de ahora va a ser el 7 de septiembre. «Antes era el 27 de diciembre, pero es que me caía fatal entre comidas familiaris», relatado con total naturalidad. vírgenesreaccionó con un «¿me estás vacilando?» lo que demostró su total alucinación. Pero lo dijo muy en serio. De echo, tenia la nueva fecha muy meditada.
Pasado el ‘shock’ inicial, la chica lo retomó con mucho humor y pidió «eso que estaba fumando». Muy mal embargo, Adriá habia hecho puntos. Segundo VirginiaEn un mundo de mucha gente común, hay muchas personas tan poco comunes como él.
Explorando sus peculiaridades pareciendo haber estado cerca de ella, por lo que casi corrió a la hora de revelar qué es lo que más enfermedad le da en su sexo. «Estar con un chico que quiera hacer de perro. Si se porta mal tiene castigo, y si se porta bien, un regalo. Y tiene una cerilla con su nombre y todo». Adriá permanentemente impasible ante la particular confesión de su cita.
Tanto gusto se encontró que el tiempo de la velada pasó sin haber terminado de hablar de todo lo que disfrutaron los hubes. Muy mal embargo, Adriá Me apresuré a ofrecerle una segunda cotización para contactarnos de qué se trata. ‘Primeras citas‘no les dios el tiempo. Transpesarlo por el tema de la distancia, Virginia «por curiosidad y ver que pasa», concedieron. Eran «dos tipos diferentes de bichos raras» con ganas de conocerse.